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Cuando no todo era tan así

Jorge Garaventa*

 

 

Llaman a la reflexión algunas cuestiones de conciencia súbita tan parecidas por momentos al oportunismo o a estar a la moda.

Corría el año 2003 cuando la CHA, Comunidad Homosexual Argentina convoca a un grupo importante de profesionales de la salud mental y el derecho a una utopía: reflexionar y volcar en un libro que se pretendía de difusión masiva acerca del matrimonio y unión civil entre personas del mismo sexo y la consecuente adopción de niños. De los convocados por el Departamento de Salud Mental de la Institución, apenas más de 15 aceptamos el convite, otros ni siquiera fueron a la convocatoria y un resto, instituciones entre ellos, desecharon la propuesta por distintos obstáculos personales: científicos, religiosos, morales, sociales.

El proyecto avanzó y Octubre de 2004 ve plasmada la iniciativa en un libro, que a la fecha es un clásico del tema y que fue presentado en el Senado de La Nación, declarado de Interés Legislativo y aclamado por las más de 700 personas que concurrieron al acto.

No obstante, el libro, ni fue acogido en los oráculos científicos, y menos aún en los políticos que veían las propuestas como extravagancias progres dignas de algunos países europeos con libertades demasiado flexibilizadas.

Mucha agua pasó bajo el puente desde entonces y el debate siempre fue ninguneado tanto en círculos legislativos como sociales en general.

Pero ocurre que las porfiadas presiones del colectivo homosexual dieron de lleno en las necesidades políticas de colocar el tema en las marquesinas y para sorpresa de muchos, o al menos de quien esto escribe, las reticencias, las dudas, los prejuicios se borraron de lo público y hoy algunos de los dudosos u opositores de entonces aparecen como los mas enfervorizados impulsores y hasta los mas esclarecidos asesores especialistas en mostrar porqué sería un anacronismo oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo.

Bienvenido el súbito cambio de posición, la abrupta toma de conciencia que va a permitir finalmente establecer un derecho inalienable de un sector social. Pero lo que se hizo y se dijo está escrito o justamente no escrito en la historia, y del oportunismo no se vuelve.

*Psicólogo

Coautor de “Adopción, la Caída del Prejuicio”