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II Congreso Internacional de Trauma Psíquico y Estrés Traumático II Congreso Nacional "Los Factores Humanos en la Emergencia"

DEL TRAUMA PSÍQUICO AL STRESS POSTRAUMÁTICO

¿QUÉ PASÓ EN EL MEDIO?

Lic. Jorge Garaventa

Este trabajo es breve por elección. Pretendo que se escuche. Me esperanzo en que se aprehenda el hilo central que lo recorre.

Al igual que las grandes tiendas con sus desfiles, los grandes congresos muestran tendencias...o modas.

De esto se trata este trabajo, de mostrar una tendencia.

Algunas frases pueden sufrir por inconexas, por haber sido arrancadas de un contexto mayor.

Me doy por satisfecho si pasada la criba, después de esta primera colada, hemos separado un poco la arena del oro.

Intentaré un breve desarrollo, definición de conceptos e interrelación de dos nociones que habitaron dos mundos distintos, el de la solitaria lucha de Freud por restituirle el sentido al padecer histérico y su enriquecedor aporte a las patologías en general y el de la mundialización (1) de hoy, que elimina distancias pero socializa conflictos con todo lo que ello conlleva: muertes, miserias y patologías concomitantes.

La cosmovisión adoptada implica una aceptación de un mundo violado en la distribución de bienes y derechos y con metrópolis que someten a sus habitantes a situaciones de deterioro severo, a veces irreversible, independientemente, en estos casos del goce retributorio en dinero, prestigio u otros "bienes".

Al final del trabajo citaré biografía de referencia. Esas lecturas llevaron a la construcción de la presente comunicación.

Este Congreso, que hace unos años hubiera sido reducto de especialistas es hoy de interés general. Tal vez no sea tan buena noticia como parece.

Estoy hablando, ya el título lo dice, de dos construcciones teóricas, de agrupaciones de palabras que describen padeceres en distintos momentos de la humanidad. Ambas parecen hablar de lo mismo: Un sujeto desbordado por las tensiones que naturalmente puede alojar y una sociedad sin red que presiona, censura y/o exige según la época.

La estructura del sujeto no determina que se enferme o no, sino que vestidura patológica le habrá tocado en suerte en la elección de neurosis o psicosis.

Lejos, lejísimos está esta concepción de las caracterizaciones culturalistas. Si hubiera forzosamente que determinar un lugar, un mojón, opto por el retorno a las concepciones psicoanalíticas freudianas que pregona Lacán (2) en 1953-54, época de oro en que la nosografía psiquiátrica, de la mano del psicoanálisis construían saber y no estaba mal portarlo.

Tampoco esto me habilita a optar por las facilidades con que el modernismo dota al vulgo profesional, un cuadro clínico cada 5 distintas combinaciones de síntomas.

La comunidad científica occidental pudo hacerse la distraída con la caída del muro de Berlín, sobre todo porque finalmente los ladrillos cayeron hacia adentro de mundo comunista sin casi ensuciar las veredas de los países "democráticos".

Cuando el disimulo estaba siendo exitoso caen las torres gemelas en Nueva York y en Argentina el corralito genera cacerolas, multitudes, muertes, asambleas, caída de las subjetividades y reemplazo por nuevas formas de estar en el mundo.(3)

Iluso es pensar que nuestras disciplinas podrían quedar al margen de la revolcada.

Hoy la sicología, la psiquiatría, el psicoanálisis están en revisión. Es necesario preguntarse donde estábamos para saber como seguimos.

Allá por el 80 solía decir que los efectos psicológicos de la represión confrontaban a las ciencias de la psiquis. Probablemente hoy ocurran cosas parecidas pero de eficacia mas violenta. De cambios inmediatos. Por eso a algunos les gusta decir que se cayó todo, que algo que estaba ya no está. Y que de aquí deberá surgir algo nuevo(4). A mí me gusta mas hablar de transformación, revisión, confrontación, pensar que los legados magistrales aún tienen mucho que decir. Tal vez ese es mi anhelo.

Volvamos al principio. Freud toma el concepto de trauma de la medicina y la cirugía y traslada al plano psíquico sus tres significaciones: choque violento, efracción y consecuencias sobre el conjunto de la organización.

Este concepto acompaña el nacimiento mismo del psicoanálisis y si bien pasa a segundo plano justo es decir que nunca es abandonada del todo y aún hoy ronda la cabeza atenta de los analistas.

En esa época el trauma designa un acontecimiento personal, de designación exacta, que tiene eficacia merced a la susceptibilidad del sujeto, a las condiciones externas o psicológicas, que no permiten reaccionar (abreaccionar) adecuadamente y que las características mismas del acontecimiento inundan de angustia. (5)

Mas adelante Freud remite la eficacia del acontecimiento traumático a la reactivación de la conflictiva edípica. La resolución del trauma estaría referenciada por la forma en que el sujeto haya cursado su complejo primario.(6)

Poco menos de un siglo transcurrió para que hiciera su aparición el trastorno por estrés postraumático, reconocido como nieto dilecto del desarrollo freudiano por algunos, o construcción de dudoso parentesco por otro que solo tiene en común algunas letras de la etiqueta en el mismo orden.

Se lo ve por primera vez en el DSM-3 y se le da una descripción mas acabada en la versión 4 del manual de psiquiatría de la Asociación Americana de Psiquiatras que ha sido adoptado en nuestro país como manual de diagnóstico por excelencia.

A decir del Dsm-4 para hablar del trastorno es necesario tener en cuenta la aparición de síntomas característicos que siguen a la exposición a un acontecimiento estresante y extremadamente traumático donde el individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza para su integridad física.(7)

No abordaré ni la descripción detallada del cuadro ni los 6 criterios necesariamente presentes para poder diagnosticarlo pues es de fácil lectura y acceso en la literatura contemporánea.

Hacer un diagnóstico diferencial entre ambos cuadros puede convertirse en un preciosismo académico de dudosa utilidad.

Las construcciones conceptuales de los cuadros clínicos corresponden a necesidades y realidades de cada época. Las terapéuticas son el intento de resolución.

El trauma psíquico anudaba los fallos de la moral victoriana, cuna de incestos, abusos e infidelidades adornados con un albo discurso.

Las mujeres y algunos hombres tratad@s por Freud enmudecían, se paralizaban, alucinaban, se aterraban. Cobijaban en sus cuerpos el efecto de la doble moral.

El mundo de los traumatizados de hoy se nutre de incluidos, excluidos y deslizados. (8)

Los incluidos, yuppies exitosos de la década pasada pactan con el diablo salud a cambio de gloria, los excluidos, que son los de ayer, los de hoy y los de siempre, y los deslizados, aquellos que casi tocaban el cielo con las manos con los incluidos como referencia y los excluidos como proximidad fatal.

También se nutre de los efectos de decisiones burocráticas que dictamina hambres, guerras, muertes, estrés postraumáticos.

En medio del trauma victoriano y el estrés posmoderno se instaló el sentido, aquel decodificador que permite pensar que las cosas no pasan porque pasan, que el hombre enfermo no brotó de una piedra ni cayó del cielo, que algo está diciendo con su tristeza, su desánimo, su pavor. Algo del individuo, de la familia, de la sociedad.

Mientras alguien escuche alguien hablará, con palabras, con síntomas.

El alivio es posible si es posible historizar, restituir la cadena de significaciones, en definitiva, dinamizar la pregunta.¿Cómo llegué hasta aquí?

Seguramente hay una respuesta individual que suavice el padecer temporariamente pero el afuera seguirá acicateando a la estructura para pedirle mas y la ronda del estrés habrá recomenzado.

La construcción del psicoanálisis y de otras teorías y técnicas psicológicas efectivas y eficaces es lo que aconteció en el medio. Pero también el crecimiento de la virulencia y la exclusión en una sociedad cada vez mas injusta.

¿Si no es posible trabajar por un mundo mejor, mas justo, mas solidario, podremos hacer un ejercicio esperanzado de nuestra profesión, o nos derrotará la debilidad postraumática de estar intentando salar el Rio Dulce con un puñado de cloruro de sodio?

 

1)Eva Giberti. Mundialización, éticas y adopción

2)Lacán. Seminario 1

3)Silvia Bleichmar. Dolor País

4)Raquel Bozzolo- Osvaldo Bonano. Comunicaciones verbales

5)Laplanche y Pontalís. Diccionario de Psicoanálisis

6) DSM 4

7)Eva Giberti. Comunicación verbal

(Varios) Sigmund Freud. Obras completas