El Miedo a La Libertad
Jorge Garaventa
La Justicia de ejecución penal acaba de negar la excarcelación del psicólogo
Jorge Corsi condenado, en un juicio abreviado, a tres años de prisión efectiva
por haber promovido la corrupción de al menos un niño.
Lejos de darnos tranquilidad, la medida nos preocupa severamente porque sacude
los fantasmas más temidos de quiénes nos ocupamos del tema.
La primera cuestión nos lleva a ratificar nuestro rechazo a cualquier tipo de
mediación o recurso similar cuando de temas de abusos o violencias se trata.
No hay una situación equiparable entre víctima y victimario. Todo aquello que
aquel acepte va a estar fuertemente influido por la vergüenza, la culpa y el
temor, para nombrar apenas algunos de los efectos que se tallan en la psiquis de
quien ha sufrido abusos o violencias, lo cual desemboca en una conclusión
irrefutable: no está en paridad de condiciones para decidir o aceptar con
libertad. Si además han operado mecanismos de corrupción, la situación es aún
más compleja ya que se pueden sospechar vestigios de sumisión hacia el
corruptor, como en este caso.
La justicia tiene el ineludible deber de velar por la recuperación de la víctima
y agudizar la imaginación recursiva para evitar la revictimización, pero no
puede, con el pretexto de eludirla, caer en recursos que se tutean con la
impunidad y que solo benefician al victimario, como es la implementación de un
juicio abreviado…a todas vistas, un disparate.
Cuando Corsi llega al recurso del juicio abreviado seguramente tenía dos datos
clarísimos, que el máximo de condena que podría recibir era de 3 años, y que
apenas meses después, en abril, por esa extraña forma de computar el tiempo que
estuvo en prisión preventiva, estaría en condiciones de solicitar la libertad
condicional, al considerarse cumplida las dos terceras partes de su pena.
El pedido recayó en el juzgado de Axel López, el Juez que decidió la libertad de
Ernesto Cabeza, el violador que finalmente asesinara a Tatiana Kolodziey, apenas
semanas después de estar en libertad. Pero la suerte de Corsi fue diversa de la
del femicida. El magistrado tuvo en cuenta dos informes adversos. La Fiscalía de
ejecución penal se opuso al pedido y para ello solicitó sendas opiniones
científicas. La psiquiatra a cargo de la pericia sostuvo que en este tipo de
casos no se puede asegurar lo que va a pasar con la persona una vez en libertad.
Pero la perito psicóloga fue un poco más allá y sostuvo que no podía asegurar
que Corsi no repitiera las conductas por las que fue condenado. “La posibilidad
de cambio a nivel estructural es mínima, no se descarta una reiteración de
conductas similares a las que dieron lugar a la presente”, dijo la psicóloga.
La otra cuestión, que no es responsabilidad del condenado, es que el Servicio
Penitenciario Federal no le brindó el tratamiento psiquiátrico que era una de
las condiciones de la condena abreviada…
Jorge Corsi seguirá preso hasta que se cumpla la totalidad de su condena…apenas
meses más. Saldrá en libertad, en pleno derecho, porque así le corresponde,
volverá a circular sin restricciones pese a que una perito afirmó que no debería
salir porque “no se puede asegurar lo que va a pasar con la persona una vez en
libertad.” Y la otra concluyera firmemente que “no se descarta una reiteración
de conductas similares a las que dieron lugar a la presente condena”
¿No será tiempo de revisar las condiciones de condena y excarcelación de quienes
cometen este tipo de delitos?