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La Añoranza Autoritaria (1)

Jorge Garaventa*

La supresión del método disciplinario de amonestaciones y su reemplazo por normativas mas convivenciales que regulen las relaciones entre los miembros de la comunidad educativa, es tal vez uno de los logros mas significativos de la educación que reniega del autoritarismo. Desde entonces, y siempre en nombre del “orden” y la “disciplina” se lo intenta reponer, en la creencia de que ante la anomia escolar y estudiantil  y la creciente violencia en las escuelas, solo un método contundente y eficaz de represión puede “poner las cosas en su lugar”.

El sistema constituyó una característica de época y en todo caso aplicaba en la escuela variantes de la represión social. Arbitrario en su esencia solo buscaba la sanción contundente que estableciera un hiato irremontable entre la autoridad y los alumnos. La amonestación era de aplicación sumaria, inapelable y de monto acorde a la discreción de quien lo dispusiera. Cualquier miembro de la comunidad educativa, a excepción de los alumnos, podía aplicarla de manera inconsulta y regía desde ese mismo momento.

La introyección de los conceptos democráticos y la conciencia de derechos, sobre todo el derecho a defensa, puso en cuestión la caprichosa norma. La creación y aplicación de los Consejos de Convivencia tuvo resultados dispares, ya sea por errónea implementación o por dificultades para tolerar cuerpos deliberativos de parte de algunas autoridades.  Sin embargo estos problemas no deberían hacer perder de vista que las cuestiones disciplinarias son responsabilidad de toda la comunidad educativa y no puede preverse ningún instrumento de análisis o sanción que no incluya a cada sector.

La construcción de una comunidad educativa con principios democráticos implica  la revisión constante de errores y el sometimiento a evaluación de las propuestas. Cuando una iniciativa participativa fracasa, la insistencia debe ser de más participación aún. La impotencia que docentes y directivos suelen manifestar ante la presencia de modernas violencias es un desafío que debe eludir la herramienta inmediata de la represión. El retorno a métodos autoritarios es una luz roja que la sociedad no debería permitir que se encienda. Formas de diálogo desde la asimetría respetuosa que otorgan las distintas funciones que cada uno cumple serán el camino de una sólida y saludable convivencia

*Psicólogo. Coautor del libro “Violencia Escolar”

(1) Revista Rumbos